Trabajar bailando en Dubai

Bueno, lo primero que debes saber es que Dubai no es un país en sí mismo, sino uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos. Si trabajas en Dubai, es posible que vivas en otro emirato (ya que están bastante cerca entre sí) o que viajes con frecuencia por trabajo o turismo a alguno de ellos.

Los emiratos son: Abu Dhabi (la capital), Ajman, Fujairah, Sharjah, Dubai, Ras al-Khaimah y Umm al-Qaiwain.

Trabajar o viajar a los Emiratos Árabes Unidos, al igual que en cualquier otro país, es una experiencia personal y depende de muchos factores. El clima puede ser un factor a tener en cuenta, ya que en verano las temperaturas pueden superar los 45 grados y resultar bastante agotador. También influye la relación con tu mánager o si trabajas como freelancer (independiente), el tipo de lugar donde trabajes (como en el desierto, clubes, restaurantes, hoteles o fiestas privadas), la duración de tu estancia, con quién y dónde vivas, tu personalidad y tu capacidad para adaptarte.

En mi caso, viví dos inviernos en los Emiratos Árabes Unidos. El primero fue desde diciembre de 2021 hasta marzo de 2022, trabajando exactamente 90 días. La segunda vez, estuve allí desde octubre de 2022 hasta noviembre de 2022, sólo por siete semanas. Actualmente, estoy planificando mi tercer invierno en la región para finales de 2023.

Estas son mis experiencias personales, pero me encantaría escuchar diferentes experiencias en los comentarios.

Por qué sólo inviernos

Vivir en Emiratos Árabes Unidos durante el verano, en mi opinión, es una LOCURA, especialmente si trabajas en el desierto o en lugares al aire libre, como fue mi caso. Incluso durante la noche, las temperaturas no bajan, lo que hace que sea extremadamente difícil de soportar. Aunque conocí a muchas bailarinas que optaron por quedarse durante los veranos y afrontar las condiciones, yo decidí no arriesgarme y disfrutar del invierno, que ofrece temperaturas perfectas para ir a la playa, pasear, patinar, explorar y bailar.

En general, durante el invierno, las temperaturas en Emiratos Árabes Unidos oscilan entre los 15 y los 30 grados, lo cual es ideal para mí. No hace ni demasiado frío ni demasiado calor.

Me fui a Emiratos, porque desde Dinamarca no era muy caro el pasaje y había visto y escuchado que los trabajos eran buenos y no eran difíciles de conseguir y como ya había trabajado en Egipto quería una experiencia nueva, además sabía que los sueldos eran bastante mejores que en Egipto.

Cómo conseguí el trabajo

Por Instagram. Pregunté a muchas bailarinas que vi que estaban ahí y les pregunté su experiencia, con quiénes trabajaban y con quiénes no. Leí y escuché muchas historias, y debo admitir que casi decido no ir debido a la cantidad de experiencias negativas que encontré. Me encontré con relatos de bailarinas que trabajaron y no les pagaron, managers violentos o acosadores, alojamientos sin las condiciones mínimas, estafas, rivalidad entre chicas por empleos, e incluso casos en los que los gerentes dejaron a sus bailarinas sin hogar. Todo esto me generó gran inseguridad.

Sin embargo, tuve la suerte de poder hablar con una chica que me brindó su ayuda y, finalmente, terminé trabajando para ella y su jefe.

Trabajo y convivencia

Me fueron a buscar al aeropuerto, llegué como a las 3am a Dubai y ahí me estaban esperando. Me llevaron a la casa y cuando llegué ya estaba amaneciendo. No tenía nada de sueño, así que saqué mis patines de la maleta y me fui a recorrer el barrio y las playas. La playa era muy linda y por fin no tenía frío. Venía de los grados bajo cero de Dinamarca y ahora estaba de manga corta patinando, vi camellos en la playa, escuche el llamado a la oración de varias mezquitas del barrio, welcome to Ajman. Me fui a la casa a dormir y esa tarde no trabajé.

Al día siguiente ya pude hablar en persona con las chicas de la casa. Con varias había hablado por Instagram para ver que todo estaba bien. Ellas me dieron consejos de la música y me contaron cómo era la rutina.

El primer día hice 4 campamentos, dos sola y dos con Sania que iba a ser mi amiguita de Emiratos. Los campamentos están en medio del desierto, tienen mesas para que las personas que hacen el tour por el desierto coman. Los tour van en jeep, pasean en camello, hacen sandboard, se sacan fotos al atardecer, comen y ven shows. Los shows eran 4 temas cortos entre 9 y 15 minutos de música movida y con elementos; Meyanse con abanicos, alas o velo (casi nunca por el viento), shaabi con bastón, khaliji, sable, a veces música india (muchos turista indios y pakistaníes) y percusión.

La convivencia en un principio no fue la mejor. Llegué a una casa para 4 personas máximo y yo era la quinta. Las chicas no estaban muy felices con eso y aunque yo no tenía nada que ver se notaba la incomodidad. En un principio me sentía de visita en una casa que debería ser para todas igual. Me daba paja estar en el living o en la cocina o en la habitación. Agarraba mis patines muy temprano y recorría y disfrutaba sola de la playa. Volvía del desierto super cansada porque me despertaba muy temprano con el llamado de las mezquitas, así que me dormía temprano y cuando despertaba todas dormían y yo me iba, así pasó como un mes. Hubo un par de dramas clásicos de la convivencia como el orden, la comida y tonterías de ese estilo.

Justo cuando ya estaba cansada de sentirme de visita en mi casa, decidí hablar con algunas de las chicas y la relación empezó a mejorar. Empezamos a salir, hablar más, a conocernos mejor, ir a la playa, etc. Las personalidades de cada una chocaban a veces, pero es normal en la casa estudio del gran hermano que vivíamos y con el estrés que a veces se manejaba en el trabajo, nuestros jefes o compañeros e incluso a veces los dueños de los campamentos.

Después de casi dos meses, mi jefa se fue de vacaciones y nos dejó a Sania y a mi a cargo de su gata en su departamento. Así que teníamos ESPACIO, una GATA y un poco más de tranquilidad. Con Sania nos empezamos a hacer más amigas, tenemos un humor similar y nos gustaba música parecida así que era perfecto. Bordabamos, escuchábamos música y pasaban los días. Ella no era de playa así que esos planes los hacía con las otras chicas, Carla, Mica y Flor o sola. La relación de todas mejoró con el espacio extra, ya podíamos todas estar un poco menos atrapadas. Todo iba excelente, hasta que la gata entró en celo y maullaba TODO el día como que la estuvieran matando. 10 días de drama gata y todo volvió a arreglarse.

Los días trabajando pasan MUY rápido, no hay día libre. Se baila todos los días entre 3 y 5 veces. Desde las 4 de la tarde que nos pasaban a buscar hasta las 11-12 que volvíamos. La mañana o muy tarde en la noche hacíamos un par de cosas y listo, pasaba un día. El trabajo siempre me gustó, los shows eran lindos, mucha gente en el público y en general el ambiente era muy bueno. El trayecto al desierto era largo, pero casi siempre me lo dormía. Algunos días teníamos shows extra en otros lugares y también fueron experiencias distintas y lindas. Así se me pasaron 90 días, bailando mucho, playa, bordados, salidas y algunos shows distintos.

Con la visa de turista después de los 90 días me dieron 15 extras para recorrer así que me quedé una semana más para conocer Abu Dhabi, ir a la Expo Dubai a ver a los Sharmoofers en vivo y pasear por Emiratos más tranquila. Ahí me acompañó Juli que la conocí por una amiga y que vive en Dubai hace un par de años, hasta ahora seguimos hablando y planificando algún viajecito.

Esos fueron los 105 días que pasé en mi primera vez en Emiratos Árabes, me hubiese quedado un poquito más pero ya se sentía el calor, quedaba sólo un mes para ramadán (que no se trabaja bailando) y mi hermano iba a Italia en abril así que después de 5 años lo iba a poder ver y viajar juntos. Así que había muchos planes antes de volver cuando volviera a empezar el invierno.

Tema sueldos: En Emiratos siempre hay que preguntar a otras bailarinas cuánto cobrar y no cobrar menos ya que los sueldos estan bajando mucho. En el desierto, si te dan la casa y el transporte, al menos deberíamos cobrar mil dólares (4 mil dirhams aprox.). En restaurantes lo mínimo serían 7mil dirhams (esos casi nunca incluyen alojamiento) y en club dependiendo de los set y de si te incluye transporte u hotel. Esos son precios 2020, siempre es importante preguntar a varias ya que ofrecer menos daña a todo el mercado de bailarinas.

Segundo invierno en Emiratos

Como toda segunda experiencia, regresar al desierto fue mucho más fácil que la primera vez (que tampoco fue difícil). Encontré el trabajo nuevamente a través de Instagram y lo decidí en el último momento. Solo tenía 7 semanas disponibles, ya que después tenía planeado ir a Chile en barco desde España. No creía que encontraría algo para tan poco tiempo, pero justo vi que una chica llamada Eli dejaba su trabajo en el desierto y necesitaban urgentemente un reemplazo. Les ofrecí quedarme solo esas semanas y, como no encontraban a alguien rápidamente, aceptaron mi propuesta.

Esta vez, el trabajo no estaba en el desierto de Dubai, sino en Ras al-Khaimah, otro emirato. Viviría sola en un departamento en Umm al-Qaiwain. Mi jefe, Mahmoud (el bueno), era el egipcio más relajado que había conocido. Nunca lo vi enojado ni gritando, lo cual es muy raro. El departamento era bonito y había una playa hermosa relativamente cerca.

El trabajo era como el anterior. 3 campamentos al día y sólo 3 canciones por campamento. Era mucho más relajado porque ese desierto es más chico, los campamentos están más cerca uno del otro y trabajabamos menos personas, así que siempre íbamos tranquilos en el auto y casi nunca hubo drama. Además del desierto trabajaba los fines de semana en hoteles en Ras al-Khaimah. Hoteles muy lindos con escenarios grandes para bailar, eso me lo pagaban extra y además eran buenos lugares y terminaba temprano.

Esta segunda experiencia fue totalmente de paz y relajo, aproveche mi tiempo sola, bailé, visité a Sania y Juli, recorrí lugares pendientes y conocí otros emiratos. Cuando ya me tenía que ir un par de semanas antes llegaron dos chicas al departamento que se iban a quedar trabajando cuando me fuera. Antes de que llegaran tenía miedo de que mi paz se fuera a la mierda pero no fue así.

Tamara y Giselle llegaron de Egipto, habían tenido una mala experiencia con su manager allá y venían en son de paz. Éramos 3 en un departamento chico pero como era por poco tiempo fue fácil. Las lleve a pasear, a la playa de casa y algunos lugares de Dubai. Negociamos días libres en el desierto (algo MUY poco común) como éramos 3 un día trabajaban dos y otro una y así pude disfrutar un par de días libres antes de irme y fue hermoso. Espero que mi proxima experiencia sea así de relajada y fácil.

¿Te gustaría trabajar en Emiratos? y si ya trabajaste cuéntame tu experiencia.